A mí esposa, hijos y nietos ... No sufran por mi, yo ya estoy tranquilo y desde el cielo estaré cuidándolos, recuerdenme como fui con cada uno de ustedes, siempre estaré ahí para cuidarlos, guiarlos y continuaré haciendolo con el amor que siempre les di. Se que mi partida les deja un gran vacío en su vida, llénalo con recuerdos alegres, con sonrisas compartidas. No se ahoguen en luto ni en susurros. Rían a carcajadas, beban a gusto, cuenten las historias que me dieron la vida. Aunque ya no me miren ni me puedan tocar yo estaré cerca y sentirán mi amor en sus corazones, la vida sigue adelante, no estaré lejos; si me necesitan piensen en mí, que cerca de ustedes siempre estaré. A ti que dejaste un gran vacío en nuestros corazones te mandamos mil y un abrazos los mismos que siempre nos diste con tanto amor. Descansa en paz que nosotros siempre te recordaremos como la persona más importante que fuiste en nuestras vidas llevando paso a paso el gran ejemplo que nos diste.